HISTORIA
física
y política
DE CHILE
SEGÜN DOCUMENTOS ADQUIRIDOS EN ESTA REPÚBLICA
DURANTE DOCE AÑOS DE RESIDENCIA EN ELLA
T PCBLICADA
BAJO LOS AUSPICIOS DEL SUPREMO GOBIERNO
POR CLAUDIO GAY
CIUDADANO CHILENO
INDIVIDUO
,
DE VARIAS SOCIEDADES CIENTÍFICAS NACIONALES Y ESTRAMCEKÁS,
CABALLERO DE LA LEGIÓN DE BONOR.
HISTORIA.
TOMO TERCERO.
parís
EN CASA DEL AUTOR.
CHILE
EN EL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE SANTIAGO.
MDCCCXLVn
HISTORIA
DE CHILE.
CAPITULO PRIMERO.
Recibe Laso noticia de su remplazo en
ejecución de sus proyectos.
Ciertas dificultades
desde
la
— Llega
prestar residencia.
al
— Suspéndela
mando- —
nuevo enfermo. — Va
gobierno de Chile.
el
su sucesor y le entrega
— Cae
de
el
Concepción á Santiago, y finalmente, de esta capital á la del Perú.
Quedan otra vez
Santiago y de la Concepción provistos.
— Obispados de
—
vacantes, y vuelven á ser ocupados.
(1638—1639.)
18 de octubre, recibió don Francisco Laso en San-
El
la noticia
tiago
sucesor en
que
él
no
el
la
de que
rey
el
habia nombrado un
le
mando y gobierno
del reino de Chile. Bien
hubiese solicitado
se halló tanto
,
forme con esta real determinación
mérito del sucesor que
cisco
López de Zuñiga
gran renombre en
las
le
,
enviaba,
,
el
cual era
Marques de Baydes
tos
,
el
instante
no queriendo comprometer
que se hallaban
las cosas
disimularse á
mismo que
sí
,
el
don Franmilitar
de
guerras de Flandes.
mismo en que tuvo este
pendió Laso de la Vega la ejecución de todos
Desde
mas con-
cuanto conocía
,
de
la
,
el
,
sus-
sus proyec-
estado satisfactorio en
guerra
si
aviso
;
porque no podia
bien se habia desvelado.
HISTORIA DE CEULE.
6
también
había favorecido. Sin embargo,
la fortuna le
— y no era
pensaba,
solo,
el
— que
continente hubiesen permitido
si
las guerras del
trasporte de dos mil
el
buenos soldados de España á Chile, probableijiente habría conseguido
que
fin,
el
— que
— por mas
era la paz,
mas antiguos de
los capitanes
su ejército
ase-
le
gurasen que mientras exis'iesen Indios habria guerra.
A
mediados de febrero de 1G39, recibió
goberna-
el
nador cesante segundo aviso anunciándole
próxima
la
llegada del marques de Baydes, y se puso en marcha
para
la
Concepción
á cuyo puerto arribó en efecto don
,
Francisco López de Zúñiga por fines de abril
desembarcó á
las diez
de
la
y en donde
noche en medio de salvas de
,
y á la luz brillante de una iluminación jeneral
artillería
que hubiera podido competir con
la
claridad del día. Es
verdad que semejantes demostraciones se hacían en todos
los recibimientos
de nuevo gobernador, y si podían y
que llegaba, no tenían nada de hu-
debían lisonjear
al
millante para
que se
Don
y
al
los
el
iba.
Francisco Laso esperaba en persona
al
marques,
primer paso que este dio en tierra, se abrazaron
dos beneméritos guerreros,
y antiguos compañero^
de armas. Laso pasó á Zúñiga el bastón del mando inmediatamente; pero el nuevo gobernador se negó por cortesía á recibirlo
hizo ver que
,
ya
vez, se adelantó
suya
le
A
el
cabildo, tomó
acompañó á
allí
mismo
su
la juraal
á dar gracias, y
condujo á su casa. Laso se retiró entonces á la
marques,
luego
hasta que la insistencia del antiguo le
sería descortesía el no aceptarlo.
muy
le
aliviado de
la iglesia
una carga pesada y peligrosa pero
;
sintiendo, á pesar de eso, que sus esfuerzos no hubiesen
bastado para conquistar una paz
final
y duradera
,
ooobs-
,,
CAPITULO
7
I.
Por otra parte,
tante las victorias que habia conseguido.
no dejaba de tener algunos recelos de que cuanto habia
hecho por conciliarse y atraerse
voluntades no seria
las
bastante para que no hubiese quejosos de su gobierno
y en efecto los hubo
á penas dejó
;
comprimidas.
mal fundadas,
bien ó
quejas,
rasgos de ingratitud
,
,
se produ-
mas amargas, cuanto
jeron quejas, y algunas tanto
hasta entonces habian sida
mando
el
notó
Entre
las
con melancolía
puesto que, lejos de tener motivo
,
fundamento, no habia uno solo de esta
alguno de
especie de quejosos que no hubiese recibido un favor
suyo.
marques de Baydes
El
,
al
tomar residencia á su pre-
como un verdadero
decesor, se portó
dole ser liberal
,
por un lado
,
caballero
,
para acallar quejas;
dejány,
por
otro, manifestándose reconocido á los felices esfuerzos de
su gobierno
,
á los cuales deberla
el
buen
dicha de lograrlo.
si, tal vez, tenia la
lado con
el
éxito del suyo,
No poco conso-
noble y digno porte del marques
,
chó para Santiago, en donde permaneció aun
cuidando de su salud
tenia
,
se
,
Laso marseis
meses
hasta que, viendo cuan poco alivio
embarcó para
con esperanza de hallarlo
el Perij
en Lima.
Pero se engañó
;
su mal era una hidropesía que habia
contraído en Chile, y falleció
guiente 16^0
,
tución robusta
pero
la
guerra
Así acabó
el
el
5 de julio del año
si-
á los cincuenta años de edad. Su constile
le
prometía una mucho mas larga vida
habia ocasionado demasiadas fatigas.
magnánimo Laso, que
dad como por superioridad de
lo
era tanto por bon-
talento.
Su prudencia y
previsión eran iguales á su valentía y á su resolución
según
el
caso lo exijia
;
y á pesar de su semblante poco
HISTORIA DE CHILE.
8
muy
agradable (1), era
le
bondadoso.
El reino de Chile
ha debido mucho, y no puede menos de recordar con
veneración su memoria.
Volviendo á
asuntos del reino, antes de tratar
los
marques de Baydes
del feliz gobierno del
hablar de
la
autoridad eclesiástica
cuyo
,
,
tenemos que
influjo
ha sido
tan benéfico en las calamidades que por tan largos años
han padecido
los Chilenos.
Desde que el obispo de Santiago Espinosa se habia
retirado á España por resentimiento contra los oidores
,
de
Audiencia,
la
bien que
el
obispado habia quedado vacante,
rey hubiese ofrecido su mitra
Valdivia cuando
para
el
,
en 1612
la pacificación
habia expuesto
al
de
,
Araucanos. El
los
obligaciones de tan elevada prelacia
silla
,
el
y
cuidados de
desempeñar
continuó vacante hasta en
el
ilustrísimo
162/i.
las
solo habia accep-
cargo de visitador jeneral del obispado
el
mitra
la
P. Luis de
ilustre jesuita
los diversos
permitirían
le
al
volvió con plenos poderes
monarca que
que iba á encargase no
tado
,
cuya
,
que fué á ponerse
don Francisco de Salcedo
(2).
Este amable prelado habia sido jesuita del colejio de
Tucuman cuyo
,
lidades
de su
,
le
obispo, prendado de sus virtudes y ca-
habia nombrado visitador jeneral y tesorero
Después
iglesia.
Buenos Aires, y de
habia pasado de Dean á la de
,
la catedral
de
la
ser obispo de la capital de Chile.
ciencia que tenia, que era vasta,
(1)
Feroz. Pero
este gobernador,
cía
que
la ley
me
se hablase
Plata, habia ido á
Dejando á parte
el ilustre
la
Salcedo estaba
de agradecido, siendo, como he sido, hechura de
obliga á decir
mucho
bien de
que don Francisco Laso de la Vega merey á contar como el mayor favor de la
¿I
,
haber sido honrado por este gobernador con grados y pruebas de
su confianza en mi.
Tesillo.
fortuna
el
—
(2)
Natural de Ciudad Real, en
la
Mancha.
,
CAl'ÍTÜLO
9
I.
dotado de las mas bellas prendas personales
,
entre las
cuales brillaba su ardiente y extremada caridad en términos que mas parecía ser mayordomo que señor de sus
,
A
rentas.
tados
par de
la
caridad con todo genero de necesi-
tenia el celo de fundaciones , y en la ciudad de
,
San Miguel
fundó un colejio de jesuítas
,
á los cuales
,
dotó con las dos ricas estancias del Tejar y San Pedro
y como sus productos no podian ser cosechados
oportunamente, dio por de pronto á los padres, mien-
mártir
;
tras llegaba el tiempo
de disfrutar de
ellos
seis mil
,
pesos
en metálico.
Los pobres todos
de cualquiera clase que fuesen
,
mendigos ó vergonzantes, eran acreedores de
del obispado
,
ó á lo
menos
parecían
lo
con que contaban ser socorridos. Pero
taban
el
,
las rentas
ver la certeza
al
que mas
los
celo caritativo del prelado eran los negros
exci-
y
los
Indios, de los cuales se declaró tan acérrimo protector,
que no
sufria les hicieran la
menor vejación
reprenderla y castigarla en cuanto
En Santiago mandó
le
edificar las casas episcopales
,
lonjas dependientes para mercaderes
fundó una capellanía con
la catedral
la
;
quedase un cuarto
;
el
con
y con sus réditos,
obligación de una misa en
todos los jueves del año. Enfin
pesos con que entró en
le
sin afearla,
pertenecía.
obispado, todo
y á su muerte
,
,
de cien mil
lo dio sin
que
que sucedió en
1635 todo el obispado quedó inconsolable. En su testamento habia dispuesto que su cuerpo fuese depositado
,
,
en
la iglesia del colegio
al
suyo de
Tucuman
;
clero al oir esta cláusula
la facultad
efecto
,
de jesuítas, y luego, trasladado
pero tanta fué la aflicción del
,
que
el
amable prelado
les
de enterrarle en donde mas quisiesen
quedó en su catedral de Santiago.
;
dejó
y en
,
10
HISTORIA DE CHILE.
Al mismo tiempo
la mitra de la Concepción habia
también estado vacante durante largos años por un acon,
tecimiento
En
muy
aunque bastante
diferente,
para este obispado
al majistral
de
don Carlos Marcelo Cornerino
la catedral
,
Concepción
Lima,
,
Trujillo
Nombrado
obispo de
Ocampo y
jioso
el
,
punto de embar-
mismo
obispado de Trujillo, de suerte que
1620, fué á
serlo Fr. Luis
mas
Guamanga de donde
las
;
Felipe líl
la
le
Concepción
hasta que en 7 de
Jerónimo de Ore,
franciscano, cuyos padres,
habian sido fundadores de
El
al
,
ee quedó sin obispo aun dos años
abril
de Lima
18 de octubre 1618, de manos del ilustrísimo
el
carse para su nueva residencia
el
papa
este prelado recibió la consagración en
señor don Gonzalo de
dio
al
natural de
bien que hijo de padres franceses.
la
particular.
de 1616, Felipe III habia presentado
fines
— cosa
reli-
notable,
—
monjas de Santa Clara de
era natural.
nombramiento de
este obispo causó
júbilo en todo el reino de Chile
,
un verdadero
á donde habia alcanzado
fácilmente su renombre de sabiduría, y de conversor de
en
infieles
el
Perú. Es
muy
nombres tienen siempre algo
jerado
en
pero es un hecho
;
siete
,
que Ore compuso un manual
,
lenguas diferentes
que estas famas y recuando no mucho de exa-
cierto
,
y que tuvo
el
prensible de traducir al idioma peruano
muchos himnos
verso
la
,
vida
del
talento
incom-
catecismo y
breviario. Igualmente , puso en
el
— porque también parece que era poeta, — toda
,
pasión y muerte de Jesucristo
martirolüjio de la Florida.
A penas
,
y fué autor del
llegó á su obispado
dio á la imprenta la Vida de san Francisco Solano
manera que
si
misiones,
cosa se hace casi increíble.
la
se
;
,
por
ha de juzgar su vida por sus obras y
;
CAPÍTULO
Ademas de su
un carácter
11
I.
ciencia y sus talentos
anjelical.
fuese contra justicia,
perjuicio para nadie
tenia este prelado
,
Jamas negaba una gracia que no
y aun cuando lo fuese, si no habia
mas que para
él
Llegó
la concedía.
,
á la Concepción con su hábito de San Francisco
cairiisa
debajo porque nunca quiso apartarse de
;
sin
,
regla
la
y á pocos días, un pobre muy problemático, puesto que
todos suponian que se hallaba muy lejano de serlo le
,
pidió
una camisa
Como
vieja al obispo.
camisa que sus hábitos, se quitó
cando
Mas estaba
digo.
no tenia mas
escapulario, y sa-
el
que llevaba debajo
la túnica
este
presentó
la
,
tan vieja y remendada, que
quiso tomarla; visto
lo
el
al
pobre no
cual por su ilustrísima, se volvió
á poner su túnica, su escapulario por encima, y
dinero
al
mendigo para que
Una de dos
,
ó
men-
hay manía
(y seria
le dio
comprar camisas.
fuese á
una celestial manía),
ó hay un espíritu de caridad tan vivo en estos hombres
privilejiados,
que no pueden
su existencia por
la
no es multiplicando
vivir si
de muchísimos de sus semejantes,
como si les fueren propios y persoQue un obispo sea un verdadero padre de los
pobres como lo mandó Jesucristo
nada de extraño
tiene como tampoco el que, para cumplir con este crissintiendo sus males
nales.
,
,
;
imponga privaciones de puro convenio
tiano deber, se
y que no son
tales
en realidad
;
pero
lo
,
que penetra de
veneración por ellos es que viven pobremente á
fin
de
poder satisfacer este deseo incesante, sin mas motivo
que
de
satisfacerlo.
la
Pues
esto era lo
que
le
sucedía
al
obispo
Concepción, Las rentas del obispado no eran pin-
gües, es
muy
cierto; pero
para mantener
el
aun suministraban
decoro exterior,
que so cree comunmente, á
la
mas
lo suficiente
necesario de lo
consideración de los
,,
12
HISTORIA DE CHILE.
grandes de
la iglesia.
muy
Sería
extraño que, teniendo
y grandes de la tierra palacios y libreas lujo
y ostentación con que imponen á la pluralidad de los
los reyes
,
,
hombres
Rey de
el
,
los cielos
y de
la tierra tuviese
fuerza que servirse de mendigos. Pues
obispo de la Concepción
con
,
poco
le
si
faltaba
,
no
lo
por
era
el
porque vivia
poco que un hombre necesita para sustentarse,
lo
demás y no contento con eso, sus alhajas
y cuanto tenia andaban de mano en mano empeñadas
como si hubiesen sido de un derrochado aruinado.
A la par de su liberalidad brillaban en él las demás
calidades de un verdadero apóstol. Cuando habia que
y daba todo
lo
;
,
acudir con remedio
la parte
,
ya fuese
mas remota de
derar su celo
,
espiritual
su obispado
ni estaciones
y
,
ni nieves
,
ya temporal á
,
no era posible mo-
,
,
ni canículas
mar proceloso que fuesen bastantes á detenerle. La
menor tardanza angustiaba su corazón visiblemente y en
términos que todos convenian de que la mayor desni
,
gracia material
le
,
real y
verdadera que le pudiese suceder,
haría padecer
mucho menos.
Luego que su
solicitud paternal
quedó satisfecha de
haberse ejercitado con fruto y provecho por todas las
partes accesibles de su rebaño el ínclito prelado volvió
,
los ojos hacia los
pobres habitantes del archipiélago de
Chiloe, con los cuales la guerra interminable y permanente con los Araucunos tenia las comunicaciones cons-
tantemente interrumpidas; y á fuerza de pensar en ello
le vino la idea de hacer el viaje por mar, noobstante las
objeciones que ofrecían
ción
,
y
servirse.
la frajilidad
Los PP.
Hernández
,
de
lo
peligroso de aquella navega-
las piraguas
jesuitas
que estaban á
de que era forzoso
Juan López Ruiz y Gaspar
la
sazón con su ilustrísima
,
le
,
CAPÍTULO
13
I.
expusieron que había riesgos que ninguna urjencia presente
le
obligaba á arrostrar.
— ¿Si ya suplicase á V. R. fuesen por mí á
menor deharían
obispo. — Sin
no
preguntó
—
¿Pues
porque
mora, respondieron
dos PP. á una.
esta visita
? les
lo
la
el
los
quieren V. Reverencias que yo repare en
repararían
había réplica posible á este argumento
quedó resuelto
persona
no
ellas
?
Como no
viaje
que
lo
y
,
al
gobernador,
al
punto
— que
el
,
obispo fué á pedir en
el
era aun Córdova
,
—
le
allanase en cuanto le fuese posible las dificultades que
podía haber para su ejecución. El gobernador se mostró
muy
solícito
y reconocido
puesto que nadie mejor que
,
un misionero tan piadoso y tan consumado como
podía atraer
los
S. S. I.
endurecidos Indios de Valdivia y Osorno
por consiguiente y
la relijion cristiana y á la paz
que este suceso seria tanto mas interesante y grato para
á
el
;
,
rey, cuanto S.
mera de
las
M. meditaba
la restauración
Partió con esto
el
vando en su compañía
la pri-
obispo para su lejana visita
,
,
dosPP.
jesuítas, cuyo cuidado salvó á S.
Como
los habitantes
era
el
primer obispo de
lle-
de aquellas
islas
ellos
;
pero
I.
los
de grandes
Concepción que
la
habían visto y oído pre-
y sus sermones produjeron
grande sensación en
,
— por grande fortuna — á
riesgos.
dicar, este
de
dos plazas dichas.
lo
al principio
que mas
les
una
agradaba
era la liberalidad y la sensibilidad del santo prelado.
Mientras permaneció en aquellos parajes, no había duda
en que podía tener algunas esperanzas
las cuales
fin
,
,
empleó un año entero en esta
esperanzas por
visita
;
pero
al
empezó á creer que Dios no había permitido aun que
la claridad del cielo luciese
para aquellos infelices
,
y se
,
HISTORIA DE CHILE.
ik
muy
volvió
aflijido
á la Concepción, dejando,
—
—
coíi
todo eso
una larga memoria, y mucho sentimiento
porque su ausencia no podia menos de ser larga.
,
Mas que
larga fué
trabajo que se
sí
mismo
falleció
en efecto
,
tomaba y
puesto que
,
el
mucho
poco cuidado que tenia por
el
acarrearon una grave enfermedad de que
le
á principios de 1630
dumbre de todo
el
con grande dolor y pesay aun de todas las partes
,
obispado
,
del reino.
Bien que
la historia se resienta
tienen siempre
el
primeros datos
,
poráneos
;
mismo
de exajeraciones
,
que
origen, cual es la pasión de los
— que por
— bien que decíamos
fuerza han de ser contem-
,
,
haya exajeracion en
relatos de prelados y de sus virtudes, lo
mismo que en los
de guerreros y sus hazañas aun hay en los primeros un
no sé qué fácil y halagüeño que insensiblemente penetra
,
el
ánimo
mas
del lector sin exaltar su imaginación
,
y
le
deja
ninguno dudará del recato
satisfecho. Ciertamente
excesivamente timorato del obispo que fué á Santiago de
Chile
efl
1638
años habia
;
,
y,
los escritores
á ocupar
la silla episcopal
con todo eso
la
,
de aquel tiempo,
,
vacante seis
pintura que hacen de
sin
él
que sea increíble, da
ocasión á pensar en la causa que podia tener, causa que,
verdadera 6 supuesta
dicho recato
del
enemigo
;
,
,
atenúa infinitamente
el
mérito de
porque claro está que huyendo siempre
no hay nunca
cOííibaté
;
y, sin
combate
no hay gloriado vencimiento.
Pues
esto era precisamente lo
obispo de Santiago de Chile
Yillaroel (1).
provincia de
(1)
o Villaruel,
,
que
le
sucedía al nuevo
Don Francisco Gaspar de
Era este prelado
fraile
Agustino de
Lima, y natural de Quito, tan
según escriben algunos.
relijioso
la
de
—
,
CAPÍTULO
15
I.
como
sa órdén de ermitaños siendo obispo ^
mas
ántés de serlo, sin querer
ni
mas aparato en
lo
habia sido
vestidura que su hábito,
su palacio episcopal que
que tenia
el
én su celda. Hasta aquí nada hay de nuevo ni de extraño,
no siendo
este ejemplar único en su especie
todos los obispos que
el 7'
lo
le
mismo
sario
ciñéndose en sus gastos á
,
con
,
— siendo
— hablan obrado en sustancia
hablan precedido
de Santiago de Chile,
el fin
puesto que
,
de dar todo
lo
lo
él
,
puramente nece-
demás. Estos ejemplos
de caridad y de abnegación recrean el ánimo, son la
la humanidad, y nunca, sobre este
mayor honra de
punto
,
padece exajeracion
habrá pocos lectores
,
—
la historia.
hay ,
los
si
A buen
— que
seguro
crean
lo
contrario.
Pero
volviendo á
Villarroel
un temor tan grande de
por evitar
,
su casa, porque
damas
daba Audiencia á ninguna
el
de tercero en
prelado
,
obispo
mujeres, que solo
las
no quiso que una
verle
,
—
necesariamente habia de
;
—
y por
la
misma razón
sin distinción
,
no
de clase,
presentado Fr. Luis de Lagos se hallase
la visita.
muy dado
que para un
el
— que habia venido de Quito á
tener visitas de otras
á menos que
tenia
,
ocasiones de verlas,
las
hermana suya
viviese en
tema
nuestro
á
Es verdad que era
la oración
tal ejercicio
piadoso
mental
lo
el
escrupuloso
y claro estaba
mejor que podia ha,
En una palabra
cer era huir de distracciones.
,
vivia ha-
ciendo continua penitencia; y en cuanto á la caridad, la
practicaba en términos que
partes, solo se reservaba
casa.
,
dividida su renta en cuatro
una para
Su desprecio de riquezas
sí,
fué tal
,
y los gastos de su
que un dia le oye-
ron decir que no queria enterrasen su cuerpo en sagrado,
si
moria con dinero.
HISTORIA DE CEÜLE.
16
Entre otros medios de emplear y ami de empeñar
como
rentas de la mitra, tenia,
de reedificar templos
era bastante natural
las
,
el
y fundó el de las esclavas del santísimo sacramento, que formaban una hermandad ó
,
cofradía de señoras.
El obispado de la Concepción quedó también provisto
con
el
nombramiento á su mitra de don Diego Zambrano
de Villalobos, en 16o7. Antes de este, habia sido nom-
brado
al
mismo puesto
de Guzman
;
el
Franciscano Fr. Bernardino
pero habia muerto sin entrar en goce de su
título.
Villalobos (1) era cura párroco de la villa imperial de
Potosí
;
muy
docto
la universidad
,
y, en efecto
de Salamanca.
,
graduado de doctor por
Como
todos los obispos
de Chile, este se mostró desprendido,
cedió las casas que
monjas de
la
,
sabio
y,
si
no fundó,
pertenecian para convento de las
Merced. Por
sus antecesores
(1)
le
,
lo
demás á ejemplo de todos
,
celoso y dadivoso en extremo.
Natural de Mérida (Castilla
la
Nueva).
M
CAPITULO
Estado de
de
la
las
misiones y misioneros.
II.
— Docilidad
— División
—
colejio Máximo de Santiago. — Acade los Indios.
pro\¡ncia de la compañía de Jesús, en provincia y viceprovincia.
Establecimiento de
bamiento de este
que luvo.
la
Universidad en
edificio.
el
— Dedicación
del templo y particularidades
feliz
— Años trascurridos.
La mayor
oposición que hallaban los misioneros de
parte de los Indios para convertirlos á la fe católica
naciade
la
pluralidad de mujeres. Esta era la
mayor
cultad que tenian que vencer. Fuera de aquí
en
el
mundo
sujetos
mas acomodados para
,
difi-
no habia
ser verdade-
ros cristianos, en atención á que no solo eran sensibles
y racionales, sino que sus creencias religiosas los tenian
preparados, por decirlo así, á admitir sin repugnancia
muchos puntos esenciales de
la
verdadera
fe.
Creian en
bueno, justo, sabio y poderoso, que llamaban Pellan, y en un principio del mal.
Creian en la inmortalidad del alma, en las recompensas
un
solo Dios infinitamente
y situaban los lugares en donde las almas debían recibir las unas ó las otras según hablan
sido justas 6 injustas, buenas ó perversas en esta vida;
y penas eternas
,
,
los situaban
,
decíamos
,
al
occidente, no lejos
el
uno
del
otro.
Ademas de esta
preciosa disposición
a que proporciona un
,
tenían los Indios
juicio recto y sano
,
en razón de
y según el aforismo mcíis sana
in corpore sano ; porque realmente, en quitándoles la
pasión de mujeres y de combates no habia hombres en
el mundo mas avenidos ni mas fáciles de persuadir con
la robustez
de su cuerpo
,
,
111.
Historia.
—
,,
18
HISTORIA DE CHILE.
buenas razones,
constitución
la
lo
que provenia
humanidad
duda de su perfecta
está sujeta en todas partes.
tándose de mujeres,
ellos
sin
exenta de los humores y achaques á que
,
era
muy
difícil
Pero en tra-
entenderse con
no solo porque realmente creian no poder
,
muchas, ó mas de una
sin poseer
;
vivir
sino también porque
en esto fundaban su mayor alarde de riqueza y de os-
Y, en
tentación.
de
lujo
efecto,
era una cuestión exorbitante
puesto qué la mujer no llevaba dote
,
contrario
era
,
gro como
si
el
la
marido quien pagaba por
En
hubiera comprado.
eran admirables
:
sus costumbres
,
y que,
,
ella
todo
al
á su sue-
lo
demás
en punto á relacio-
tenian tanto vigor y eran tan in-
nes sociales y legales
,
violables para ellos
como
si
fuesen
leyes debatidas,
votadas, sancionadas y promulgadas. Para mantener el
orden no necesitaban ni tenian cárceles el respeto y
obediencia á los superiores , por un lado y , por otro
,
;
;
el
temor del vituperio
dirles
,
de apartarse de
eran suficiente freno para impelo
que era
rado. Para ser soldados, no
quintas
:
á una voz
,
á
la
lícito
,
permitido ó
tole-
necesitaban ni levas ni
menor
señal de sus respectivos
caciques , todos se ponian en pié prontos á defender la
patria, sin pedir sueldos ni grados, y costeando cada
armas y sus gastos personales, persuadidos
mas que
cual sus
como
llenar
lo
estaban todos de que en esto no hacian
un deber
muy
personal
,
lejos
de figurarse que
debian pagárselo los demás, y estarles aun
muy
reco-
nocidos. Esta era la razón por la cual, de la noche á la
mañana
un
,
se
ejército
veia aparecer en
donde menos
araucano en orden de
batalla.
se
soñaba
Para eso ha-
bla bastado la trompeta, y á la primera llamada, hijos,
mujeres, intereses,
todo quedaba detras del interés
;
CAPÍTULO
común
que era
,
19
II.
independencia del suelo patrio.
la
que
Si estos eran bárbaros, es preciso confesar
de una especie bastante particular y rara, y
tan luego
tiago,
lo
como
los jesuitas del colegio
lo
eran
así fué
que
Máximo de San-
y otros misioneros, pudieron entenderse con ellos,
modo que
hicieron de
la
presencia de estos entre los
Indios era una señal de júbilo y de alegría.
Debemos
acordarnos, para que esta aserción no cause sorpresa,
que
el
P. Luis de Valdivia
y sus colegas,
al ir del
Perú á
Chile tenian ya un gran conocimiento de la lengua y de
costumbres de los Indios, y pudieron desde luego
empezar sus misiones en cuanto lo permitia el estado
las
,
y mas de una vez se han alejado según
dice Olivares mas de cien leguas de las armas españode
la
las
por tierras enemigas.
guerra
,
;
,
Hasta
el
año 1611
,
en que se fundó
y hasta la fundación del de
Luis
de Valdivia, que ha sido
P.
doza
,
misiones, y fundador del colejio
la
el
el colejio
de Men-
Concepción por
gran motor de
el
las
Máximo de Santiago y
otras residencias, todos los frutos conseguidos por el celo
admirable de
las
los
misiones han
misioneros
Miguel de Santiago, á
tamente
,
cada
,
y todo
el
surjido del colejio
lo
impulso dado á
Máximo de San
menos, hasta en
161/;. Cier-
y cada residencia tienen grandes
colejio
y lo senin cuando llegue el caso
en
cuanto
el
interés
jeneral
de la historia lo permita
y
pero entretanto el hecho es el que acabamos de sentar.
derechos á ser citados
,
,
Entre las misiones
la
que
el
mas
hemos contado ya
Máximo hizo con los PP.
fructuosas,
P. rector del colejio
Vechi y Aranda por los pueblos de Arauco desde donde
los dos últimos pasaron al Archipiélago de Chiloé para
,
volver luego á Arauco. Los pacíficos habitantes de aque-
HISTORIA DE CHILE.
20
Has
islas
presentaban menos resistencia
dóciles á la enseñanza
nares.
Como
,
,
se ofrecian
mas
y se dejaban convertir á centesiempre habia en el número
era natural
,
de convertidos muchos mas ancianos, niños y mujeres
que mozos y , en jeneral hombres en la fuerza de la virilidad por la razón de que estos tenian que vencer mas
,
,
pasiones para someterse á la doctrina de los misioneros.
Las ocasiones en que
avenidos á
festivas
la
mostraban menos
los Indios se
razón eran las que nacian de sus reuniones
que duraban muchos dias, se renovaban con
fre-
cuencia, y durante las cuales estaban en un estado per-
manente de embriaguez. En mas de una de
estas oca-
siones, los PP. llevaron su celo hasta pedir al goberna-
dor de Castro dispersase
la fuerza,
las
romerías de
y no atreviéndose á
autorización especial
,
ello el jefe
obtuvieron que
el
los Indios
por
español sin una
gobernador del
reino se la diese.
Después de una rica cosecha de almas en
Archipiélago, los dos jcsuitas volvieron
,
las islas del
como
lo
hemos
dicho, á los pueblos de Arauco, que eran catorce, no
concentrados cada uno en un punto
sus vecinos en
tierras
y
tomaban
,
una
sino diseminados
cierta circunscripción por los
de modo que
los
,
el
campos
trabajo y las molestias que se
misioneros eran céntuplos.
Y
con todo eso
trabajaban con un éxito verdaderamente maravilloso en
el cultivo
de
la
viña del Señor. El método con que pro-
cedian á sus sermones y á
la
propagación de
la
fe
no
tendría nada de extraño en una sociedad arreglada y
pero al
dispuesta á seguir sus prácticas sin violencia
;
considerar que este método producía efectos infalibles
con hombres de mala voluntad
para con
los cuales
,
— en gran parte — y
no habia orden
,
ni ley
de que preva-
CAPÍTULO
realmente
lerse,
la
imaginación se para, y no se sabe
mas de admirar
cual sea
los jesuítas
y
21
II.
entre
poder persuasivo de
el
sumisión espontánea de los llamados
la
bárbaros.
Es verdad que parece obraban estos con cautela haciendo cuanto podian para que los misioneros cayesen
en alguna trampa y se descubriesen por hombres con
que mas desconfiados
pasiones
como los demás y como
les tenia
era la sospecha de que cuanto les decian en
lo
;
punto á mujeres
mismos de
ellas,
Un dia que los
,
encaminaba á aprovecharse
se
he aquí
lo
ellos
que tramaron.
misioneros se mostraron
mas
elocuentes
y mas fervorosos que nunca en reprobar la pluralidad de
mujeres y en querer imponer la ley de no tener mas
,
que una, y aun esta lejítimameiite como lo manda la
Iglesia, sus oyentes manifestaron quedar convencidos de
la
bondad de sus consejos y hallarse dispuestos á seguirlos,
por manera que
conseguido
imposible.
de
los R. P.
Indios
lo
Dos
los jesuítas se retiraron
que hasta entonces
dos caciques con acompañamiento de muchos
chachas araucanas de
las
los cuales
á los mensajeros con
«
bien
;
mu-
fiesta.
Recibieron los jesuítas
mayor agasajo, como acostum-
preguntándoles qué habia de nuevo.
,
Admirados,
celo con
el
habían ido dos
mejor parecidas, y que estaban
engalanadas como en dia de
braban
habia parecido un
dias después se presentaron en lascasinas
en compañía de
,
les
gozosos de haber
— respondió uno de
los caciques,
—
del
que os imponéis molestias y trabajos por nuestro
convencidos por el desinterés con que lo ha-
—
,
de que nuestra conversión y la de nuestros hijos y
mujeres son vuestras solas miras agradecidos á vuestra
céis,
;
buena voluntad, y con
el
único
fin
de haceros mas
lleva-
»
;;
22
HISTORIA DE CHILE.
morada entre nosotros, morada que quisiéramos
adoptaseis para siempre sin iros nunca á otras tierras
dera
la
hemos
el
resuelto en consejo pleno de ancianos
y caciques
ayudaros con cuanto esté de nuestra parte. Aquí
solos sin nadie
que os
sirva.
No sabemos como
ponéis para vivir y sustentaros
siempre por
los
,
os
puesto que
estáis
comandáis
Butalmapus predicando, bautizando,
casando y ayudando á bien morir. ¿Quién os adereza
vuestra comida? ¿Quién os barre la casa y acude á otros
menesteres indispensables de
la
No
vida?
lo
sabemos,
y pensando que vuestra caridad no os deja tiempo para
pensar en vosotros mismos y en vuestras necesidades , y
que necesariamente tenéis que pasarlo
muy mal hemos
,
menos quien os
de
vuestras
personas; y para eso hemos
y cuide
resuelto que en adelante tengáis á lo
sirva
,
,
traido en nuestra
compañía dos doncellas muy en estado
de hacerlo á vuestro gusto. Mirareis por
ellas; las ins-
y cuando se hallen ya bastante instruidas, nos
por otras dos, y así sucesivemente de
modo que por un lado no padeceréis por falta de cuidado
truiréis,
las devolvereis
y, por otro
,
,
conseguiréis
mas
fácilmente
el fin
á donde
—
encaminan vuestros afanes y tareas. Helas aquí,
las dos que os traemos hoy. Mirad
continuó el cacique,
se
—
si
os agradan.
El
mismo tentador en carne y hueso no habria hablado
mejor. El P. Oracio Vechi habia tenido los ojos clavados
constantemente en
leer en su interior,
los del
orador mensajero, procurando
no para su gobierno
,
respuesta estaba pronta, no pudiendo ser
puesto que su
mas que una,
sino para penetrar su intención y sacar partido de ella.
Cuando hubo acabado le dio gracias muy brevemente
y sin la menor afectación por el presente.
,
?
CAPÍTULO
«
Si realmente,
—
cesidades en punto
bien hubiéramos
le dijo,
23
II.
— hubiéramos padecido ne-
al servicio
aceptado
,
de nuestra persona, mas
de hombres que
el
de
el
mujeres; porque estas no pueden vivir con nosotros, ni
nosotros con ellas.
—
—
»
¿Como
»
Porque
así? respondió el cacique, sorprendido.
es
así
replicó Vechi. Nuestros votos
,
nuestra regla excluyen las mujeres de entre nosotros.
Aturdido con esta respuesta
habia entendido bien
el
,
,
y pareciéndole que no
cacique
insistió.
— Pues como podéis pasaros mujeres
— Perfectamente, y tan perfectamente que
incómodo.
nos
— ¿No
demás
acaso hombres como
— Creo que pero nuestras necesidades,
sin
¿
(í
»
?
el
»
tener-
seria
las
los
seréis
»
sí;
»
mejor decir, nuestras pasiones son
tros hábitos.
Tenemos
el
el
ó por
producto de nues-
de pasarnos sin mujeres
,
y
si
nos quisieren forzar á tenerlas nos darían pesadumbre.
—
»
¿
Querrás decir acaso
,
que nosotros podríamos
habituarnos á pasarnos sin ellas?
-
Perfectamente. Pero como
»
permite tener una
(lo
la
ley cristiana
hay inconveniente en que la tengáis. Con
mucho mas
seréis
de tenerlos desparramados
,
—
—
que escojáis
que os dé en lugar
,
errantes y vagabundos, con
una infinidad de cuidados de que
tuvieseis
la
en atención á que vuestros
felices,
afectos se fijarán en ella y en los hijos
no
os
que no nos permite á nosotros) no
os veríais aliviados
si
mas que una.
»
En suma, ¿no
»
Ni por pensamiento. Os agradecemos mucho e
queréis á estas doncellas?
cuidado, y á ellas también
llevarlas á su casa.
»
;
pero es preciso que volváis á
—
HISTORIA DE CHILE.
24
Tal fué
efecto
el
que ya desde
el
de
este
desengaño para con
los Indios,
sem-
dia siguiente los dos jesuítas vieron
blantes mas francos y mas abiertos y voluntades mucho
mas dispuestas. Sin mas fuerzas que la autoridad que
,
esta aclaración les dio
,
bayonetas ni cañones,
solos, sin
dispusieron la repartición de dias y de conversiones entre
las diferentes parcialidades
jefes
supremos,
dia y
el
venir con un cierto
,
nombrando como
,
cacique que en
el
número de
si
fuesen
él
debia
suyos á oir la palabra
los
divina y aprovechar de su ministerio. Tales fueron los
de estas misiones, que
frutos que los jesuítas sacaron
posteriormente, cuando Valdivia pidió
Diego de Torres misioneros para
paz
,
ya habia mucho tiempo
P. Vechi
instaba para que
le
siones de Arauco
vincial acceder
hacian falta en
de Valdivia
,
á
;
,
—
P. provincial
prosecución de la
la
dice Ovalle,
— que
dejase volver á sus
le
cual aun no habia podido
lo
porque
los jesuítas del
Accedió enfin
él.
al
,
con
colejio
el
el
mipro-
Máximo
la carta del P.
Luis
y Vechi y Aranda vieron el cielo abierto en
la zozobra general que causaba
;
términos que se reian de
á los Españoles
tecimiento,
de
la
el
verles pasar el Biobio con
— que habría podido
huida de
las
el
mal acon,
—
Todos
los
ser tan venturoso
mujeres de Ancanamun.
«
ojos se llenaban de lágrimas al partirse estos padres con
tanto gozo para irse al medio de hombres bárbaros
oves hi medio tuporum
los
;
aunque ya,
— continua
,
sicut
Ovalle,
que eran leones y lobos se iban haciendo ovejas con
ellos.
Y
»
esta es la verdad de la historia.
¿
Y como
seria
po-
que estos hombres que se iban á ciento y doscientas
leguas lejos de los suyos, solos entre los Indios, no los
sible
conociesen mejor, y no supiesen
lo
que era mas conve-
,
CAPÍTULO
niente para alcanzar
25
11.
tan deseado
el fin
En qué podia
? ¿
de sus contradictores
estribar la presunción contraria
cuando aun en las naciones mas cultas el hombre de
guerra es tan diferente de sí mismo después que pasa al
,
estado social y civil?
Pero en medio de otros obstáculos para que
rables misioneros recojiesen todo
el
prometerse de sus heroicas tareas
,
fruto
habia
el
los
admi-
que debian
de su corto
Paraguay, Tucuman y Chile
formaban una sola provincia de la compañía con un
número. Hasta en 1627,
el
,
solo provincial.
Los jesuitas de esta provincia pasaban
indiferentemente de
lo exijian las
Tucuman
misiones
,
y
la
á Chile y vice versa, según
capacidad especial que cada
En
uno tenia para
llenarlas.
1627, viendo
jeneral de la orden
suficiente
una
el
número de
colejios
la
época que decíamos,
que ya poseía un
y residencias hizo de Chile
,
sola provincia, dividiendo la antigua en
mas razón
tanta
cuanto
,
mas que
principio no tenia
los
Paraguay mismo
,
que
al
residencias, ya ahora contaba
y era muy inútil el continuar enmisioneros de cada provincia á misiones de-
suficientes colegios
viando
el
dos, con
,
masiado lejanas con graves inconvenientes y trabajos.
Estas fueron las razones que hubo para hacer de Chile
una viceprovincia
dinación á
la del
los principios,
de
distinta
Perú, de
la del
la cual
Paraguay, con subor-
habia dependido desde
sacando de esta unión una grande utilidad,
ya en misioneros
,
ya en
Después de hecha
auxilios.
la división
mer viceprovincial de
Chile fué
sazón rector del colejio
de
el
la
provincia
P. Juan
,
el
Romero
,
pri-
á
la
máximo de San Miguel de San-
y en este punto se dejó libertad de elección á los
PP. que prefiriesen fijarse en una ó en otra parte, ya
tiago
;
HISTORIA DE CHILE.
26
fuese en Chile ó en
Paraguay. Al año siguiente
el
,
el
P. Gaspar Sobrino trajo de España cuarenta y uno je-
Buenos Aires
y seis de ellos tenían su destino
en Chile. El mismo Sobrino venia nombrado para ser
suitas á
viceprovincial
colejio
,
y se trasladó con sus
,
á su
seis jesuitas
máximo.
En 1629, hubo congregación
provincial en
el
Perú,
y la viceprovinciade Chile fué representada en ella por el
P. Vicente Modolell
del colejio de
,
nombrado desde Pioma por
San Miguel
el
,
rector
cual volvió á él con diez
y hermanos mas que le fueron concedidos por
P. provincial Nicolás Duran.
relijiosos
el
Al
momento de
la división
sidad se habia establecido en
Santiago
,
con
el título
de
de
la provincia
el colejio
,
la
Univer-
de San Miguel de
ESTUDIOS GENERALES, y
por bula de Gregorio XY. El P. Sobrino dio gran fo-
mento á
estos estudios
,
y completó
la
fábrica material
del edificio en dos meses, obra que, en opinión de todos,
y cuya media naranja que
era de cedro, con hermosos adornos, causaba admira-
pedia á
lo
menos un año
,
,
ción á los mejores conocedores. Para celebrar la dedi-
cación del hermosísimo templo
,
hubo una octava mag-
y en cada dia de ella predicó un relijioso diferente
á un concurso inmenso y brillante con presencia del
nífica,
,
obispo y de todo su clero.
El acabamiento y la dedica-
ción de que hablamos acrecentaron en
sumo grado
la
devoción de los cristianos y convirtieron un sinnúmero
de Indios que venian, Dios sabe de donde, á contemplar
estas maravillas.
En esta ocasión hubo lugar para averiguar y saber
que muchos negros que pasaban por cristianos no lo
,
eran en realidad
,
y todos fueron bautizados. Los Indios
CAPÍTULO
27
II.
de Quillota y de Coquimbo fueron á pedir misiones las
cuales les fueron concedidas con el mas celoso apresura,
miento
,
yendo en persona
el
mismo
P. rector entre los
misioneros. Los agasajos con que fueron recibidos eran
las
mejores pruebas de
los
tenian de ser cristianos.
maron
los
medios á
el
En Coquimbo
,
los caciques lla-
suyos á junta y resolvieron dar tierras y aun
los
PP. para fundar
P. rector tuvo
falta
deseos que aquellos infelices
el
allí
una residencia
pero
;
desconsuelo de no poder aceptar por
de suficiente número de sus santos operarios
tenian aun que atender á diversas localidades.
,
que